La antigua iglesia y convento de Sant Bartomeu formaban parte de un importante conjunto religioso situado en el barrio de les Escodines. Aunque originalmente constaba sólo de una iglesia construida durante el siglo XIII, a partir de 1582 se estableció allí la comunidad de frailes capuchinos de Manresa. Durante el siglo XVII se construyó y amplió el convento, además de renovarse la iglesia siguiendo el estilo barroco del momento.
El proceso de ampliación y embellecimiento del conjunto religioso coincidió en el tiempo con la creación del futuro santuario de la Cueva de San Ignacio por parte de la Compañía de Jesús en los terrenos aledaños. La nueva vecindad entre las dos órdenes acabó comportando grandes fricciones entre ambas comunidades. El conflicto más importante se originó por la reivindicación capuchina de que la verdadera “cueva” de San Ignacio se encontraba en los terrenos de su santuario, y no en el de los jesuitas.
Como muchos otros conventos de Manresa, el convento de Sant Bartomeu pasó a ser de titularidad pública en 1835 debido a la desamortización de Mendizábal. Los años siguientes, el conjunto actuó como casa de beneficencia, cuartel militar, albergue para refugiados y, finalmente, como prisión. Hoy en día, sus dependencias han sido adaptadas y condicionadas para acoger el local social de la asociación de vecinos del barrio de les Escodines. La iglesia del convento pasó a manos de la Hermanitas de los Pobres en 1863. Fue completamente destruida en el verano de 1936, durante los primeros meses de la Guerra Civil Española.
Antigua iglesia y convento de Sant Bartomeu
