La casa Amigant es una imponente edificación de origen medieval que se encuentra en el callejón que surge de la confluencia entre las calles de Amigant y de Sant Miquel. Su construcción inicial tuvo lugar entre los siglos XIII y XV, constando de planta baja y tres pisos de altura. Su puerta principal está formada por sillares y dovelas de grandes dimensiones. En la parte superior de la fachada, se puede admirar un escudo familiar de los Amigant, formado por dos brazos en faja que se dan la mano y acompañados de dos estrellas de oro que simbolizan la amistad y la buenaventura.
La familia Amigant devino, a lo largo de la época moderna, uno de los linajes más poderosos de la ciudad. Algunos de sus miembros más ilustres consiguieron cargos de gran importancia en las instituciones de poder territorial, como la Real Audiencia de Cataluña. En la Manresa de principios del siglo XVI había un conjunto de familias que controlaban la economía y las instituciones locales. La mayoría habían prosperado a partir de su dedicación a actividades artesanales y comerciales. Algunos miembros de estos linajes como los Peguera, los Canyelles, los Ferrer o los Casamitjana también se relacionaron con San Ignacio.