El Museo Histórico de la Seu, se encuentra situado en un espacio especialmente habilitado sobre la fachada principal de la Basílica.
Se inauguró en 1934 para conservar y exponer las obras de arte sacro que habían quedado fuera de uso del culto cotidiano. Entre las piezas más importantes destaca un crucifijo románico de talla de madera policromada que data del siglo XII. Timbién sobresale el llamado "Frontal Florentino", un tejido con bordados y pintura hecho en Floréncia por Geri di Lapo y adquirido para la Seu por un manresano llamado Ramón Saera el año 1357. También hay fragmenos de retablos barrocos de los famosos talleres manresanos de los Grau y los Sunyer, las arquetas de argenteria del siglo XVII que habían contenido las relíquias de los "Cossos Sants" (Cuerpos Santos) o numerosos objetos de orfebreria e indumentaria litúrgica.